lunes, 31 de julio de 2023

 

MIRADAS AL CIELO

¿Mi padre es un Alien?

por Selín Alejandro vía ChatGPT

 

 

 



 


Capítulo 1: 

 

El Misterioso Garage




Era una tarde soleada de verano, y mientras jugaba con algunos juguetes en el garage, noté un rincón oscuro y polvoriento que parecía olvidado por años. Curiosa, me acerqué y comencé a explorar entre cajas viejas y herramientas abandonadas. Fue entonces cuando mis ojos se posaron sobre una extraña silueta metálica que sobresalía entre el desorden.



Intrigada, me acerqué lentamente y descubrí una nave espacial meticulosamente oculta en el garage. Parecía real, no como los juguetes de astronautas que había visto en las tiendas. Estaba adornada con intrincados detalles y una mezcla de colores brillantes y desconocidos para mí.




Mis pensamientos volaron en todas direcciones. ¿Qué estaba haciendo esa nave en mi garage? ¿Acaso era una maqueta elaborada construida por mi padre para su asociación astronómica? O, tal vez, ¿era posible que mi padre fuera un verdadero alienígena y que esa nave fuera la prueba de su verdadera identidad?

Un escalofrío recorrió mi espalda mientras imaginaba la idea más extravagante que jamás había cruzado por mi mente. Reprimí una risita nerviosa. Seguro que eso no era más que una broma ingeniosa de mi padre. Él siempre había sido un bromista, y esta podría ser otra de sus travesuras cósmicas para alimentar mi imaginación.




Pensé en compartir mi descubrimiento con él, pero luego reconsideré. No quería parecer infantil o asustada por algo que probablemente era solo una broma. Decidí mantener mi hallazgo en secreto y vigilarlo desde la distancia. Además, mi padre se encontraba en una reunión de la asociación astronómica esa noche, y prefería esperar para ver si mencionaba algo sobre la nave.

Cuando llegó la hora de la cena, me uní a mi familia en la mesa. Mi padre parecía particularmente entusiasmado esa noche, hablaba emocionado sobre las maravillas del universo y las últimas noticias astronómicas. Casi dejó escapar algo sobre una "sorpresa" relacionada con la asociación, pero se detuvo a tiempo y cambió el tema.

Con cada segundo que pasaba, mi imaginación se volvía más salvaje. ¿Y si mi padre era realmente un extraterrestre y todo esto era parte de su encubrimiento? Por un lado, me emocionaba la idea de tener un padre alienígena, pero, por otro lado, me preocupaba que eso lo convirtiera en un objetivo para ser capturado por el gobierno.

La noche se acercaba, y con ella, la hora de la reunión astronómica de mi padre. Lo vi tomar su mochila y salir con una sonrisa misteriosa en el rostro. Mis sospechas se intensificaron. ¿Adónde iría esa noche? ¿Qué secretos ocultaba en esa mochila? Decidida a resolver el enigma, me preparé para una larga noche de vigilancia.

Con la luz de la luna iluminando el garage, me escondí detrás de algunas cajas, esperando pacientemente su regreso. El tiempo pasaba lentamente, pero mi determinación no disminuyó. Sabía que debía descubrir la verdad, fuera cual fuera.

El reloj marcó las 11 de la noche cuando finalmente escuché el sonido de un coche acercándose. Mi corazón latía con fuerza mientras la figura de mi padre aparecía por la puerta del garage. Me preparé para salir de mi escondite y confrontarlo, pero justo antes de hacerlo, él se detuvo y miró hacia la luna con una expresión de asombro.

"Es simplemente increíble", susurró para sí mismo. "El cosmos nunca deja de sorprenderme."




Mi corazón se llenó de emoción y orgullo al escuchar sus palabras. Era evidente que su pasión por la astronomía era genuina y desbordante. Me di cuenta de que, independientemente de si había una nave espacial en el garage o no, mi padre tenía un espíritu y una dedicación verdaderamente extraordinarios.

Decidí dejar atrás mis sospechas y disfrutar de la maravilla compartida con mi padre. Salí de mi escondite y me acerqué a él. "Papá, ¿qué estabas mirando?" pregunté con curiosidad.

Él me miró con una mezcla de sorpresa y ternura. "Las estrellas, mi pequeña astrónoma", respondió. "Las estrellas siempre nos enseñan algo nuevo sobre el universo y sobre nosotros mismos".

En ese momento, supe que aunque no tuviera todas las respuestas, tenía una conexión especial con mi padre a través de la astronomía. A partir de ese día, mi pasión por explorar el espacio y las estrellas creció, y me sentí agradecida por tener un padre tan único y apasionado.




Mientras nos dirigimos juntos hacia la casa, miré hacia el garage una última vez, preguntándome si la nave espacial seguiría allí en el futuro. Pero de alguna manera, ya no importaba tanto. Había encontrado algo más valioso: una conexión especial con mi padre y el fascinante mundo de la astronomía que compartíamos. Y eso, sin duda, era más mágico y extraordinario que cualquier nave espacial en el garage.